martes, 17 de febrero de 2009

B.S.O.

Si mi vida fuera una película, se publicaría directamente en DVD. Y tendría gracia, yo que nunca llegué a aprender a programar el VHS, e insisto en decirle al del videoclub que le devuelvo la peli rebobinada.

La película no tendría mucho éxito, no te quepa la menor duda, sobre todo si salgo yo como actor. Seguro que no me meto en el papel. Pero oye, si el guión no es bueno, siempre nos queda la fotografía. A Bogart le quedaba Paris, pero era en blanco y negro. Ahora las peliculas son en color y se llaman films, como el rollo de plástico transparente que tengo en el cajón de la cocina. Mi película también sería un rollo, como el del cajón, pero de otro tipo.

Lo que no sería un pestiño sería la música. Las canciones que me han acompañado, las que me han inspirado, las que me han deprimido, todas saldrían conmigo, con sonido surround, en estéreo, y alta fidelidad. Que digo yo, que tanta fidelidad no habrá, que algunos cuernos habrán caido. Pero no me hagas caso, que me disperso.

Springsteen tendría que estar allí, y sonar Because the Night en el radiocasete del coche de mi padre, mi pobre padre que es tan de Juanito Valderrama aguantando los gustos rockeros de su hijo. Y después escucharíamos Born To Run, el primer vinilo que compré, Cover Me, The Rising, todas las canciones que ya están bajo mi piel por siempre. Y por supuesto tu Secret Garden, porque sigues teniendo tu jardin secreto, aquel donde no puedo entrar, tu rincón privado, aquel sitio tan tuyo y tan íntimo, un lugar tan privado, que por mucho que conozca tu corazón, no puedo encontrar.

Los Rolling Stones, los AC/DC, los Deep Purple, los Rainbow. Todos aquellos rockeros que nunca mueren. Y además, literalmente. Los Beatles no eran tan rockeros, por éso la han ido palmando.

Aquella canción de Silvio Rodriguez que nunca he entendido, Óleo de una mujer con sombrero, pero que sin hacerlo, me ha desbordado con su belleza tan lírica. Las canciones del Sabina con sus versos callejeros y sus malas maneras. Serrat y el sueño de una generación, que aunque anterior a la mía, siguió perviviendo en canciones que nunca mueren. Su Señora, y la versión de los Enemigos, que parece que se hizo para nosotros, para ti, para mi y para tu señora madre.

Loquillo y los Trogloditas, en mi adolescencia, las primeras cervezas, y las segundas, y las terceras. Extremoduro a los veinte años, cuando los amores eran tan trágicos, y la vida tan amarga que hasta mis poemas valían la pena. Y jamás olvidarme de Summer of 69, que ya siempre eres tú. Es tu sonrisa. Son tus ojos.

Mi amigo Brian es para siempre Van Morrison. Mira que morirte, inglés idiota. Me gustaría creer en la vida eterna para pensar que voy a verte otra vez, y que así me devuelvas las lágrimas que derramé por ti. Y después nos reiremos, porque ahora le veo la gracia. Que nos la jugaste a todos hasta el último día, mira que eres hijodeputa, amigo mío. Ahora nuestra amistad se ha quedado congelada en el tiempo.

Tantas canciones, tantos cantantes que no nombro.

Cada momento tiene un acorde. Cada vivencia, cada persona que conocí, cada amigo que perdí, cada traición, cada amor, cada esperanza, cada lágrima, cada risa. Todo tiene su banda sonora. Los rechazos, los abrazos, los fracasos y los éxitos. Los entierros y los bautizos, las bodas y las juergas los sábados por la noche. Las películas de madrugada con subtitulos, los nervios de antes de un examen. Mi madre, mi hijo, tú. Despertarme por la mañana y encontrarte. Llorar en el cine, aprovechando que está oscuro, que uno es muy hombre y los hombres no lloran. Reirme solo viendo los payasos en la tele. Bailar contigo, yo que no bailo porque me lo prohibe mi médico. Yo que sólo se bailar porque de algo hay que morirse. Todo tiene su B.S.O.

Pero es mi banda sonora. Original o no, qué más da.

Pero oye, que es tarde, rebobina la casete ésa y vamos pa la cama. Y guarda la guitarra. Esa guitarra desagradecida...

4 comentarios:

  1. Pues con esa banda sonora seguro que valdría la pena comprar el DVD.
    Tienes buen gusto para escoger música.

    Y creo que la música indica nuestro estado de ánimo muchas veces.

    Un abrazo

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  2. Sí, todos tenemos nuestra propia BS, O o no. A mi algunas músicas me trasladan en el tiempo y a veces, casi de lugar.
    Abrazos

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  3. Los que gozamos de la capacidad de oir el sonido de la vida, le grabamos una música a cada instante de nuestras existencia.
    He has echo recordar mis años de adolencencia cuando "cazaba" mis temas preferidos directamente en cassette desde la radio jaja
    Eso era duro eh¡¡...
    Besosss

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  4. @Paco:
    Creo, como tú, que la música indica nuestro estado de ánimo, pero al revés también funciona: a veces es la música la que cambia nuestro ánimo. Y con respecto a que tengo buen gusto con la música, no puedo decir nada, ya que todos creemos que nuestro propio gusto es el mejor, ¿no?. En cualquier caso, si a ti te parece bueno, es que el tuyo también lo es ;)

    @Jose:
    Hay veces que una canción te recuerda a una persona, y ya esa persona está ligada siempre a aquella música, ¿no te parece?

    @Loles:
    ¡La de cintas que todavía tengo "cazadas" como dices, de la radio! Ahora están en un cajón casi olvidadas, pero son un pequeño tesoro...

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