sábado, 7 de marzo de 2009

Hubo un tiempo...

Hubo un tiempo en el que mi alma se hundió profundamente en mi carne...

Hubo un tiempo en el que lloré lágrimas de sangre y rabia, un tiempo que se escondió y a veces aparece entre mis papeles (una canción escrita en una servilleta de papel, de la que olvidé los acordes, o un poema de rima rebelde, versos incendiarios que airearan los miedos y los disfrazaran de revolución). Hubo un tiempo que pasó más lento, que se ensimismó en mi sufrimiento con cruel cadencia. Hubo un tiempo de vino y rosas, pero sin el glamour de Hollywood, más patético que romántico, vino de garrafón y rosas de plástico.

Hubo un tiempo en el que el espejo me mentía, y mis ojos me mentían, y mis oidos me mentían, y mis palabras me mentían...

Hubo un tiempo de sed ardiente, un tiempo de infinita melancolía, de atardeceres solitarios, de confidencias a las cinco de la mañana, después de muchas cervezas y de abrir el alma de par en par. Confidencias traicionadas después por unas risas de amigotes, una amistad que se fue perdiendo, y que (aún) sigue doliendo.

Hubo un tiempo que se enquistó, y que mi morena de ojos verdes dejó que se aletargara para darle un respiro a esta existencia insegura llena de pecados todavía redimibles. Un tiempo que volverá tarde o temprano, en este ciclo inexorable de triunfos y derrotas, donde las apuestas aún están abiertas y no se atisba ganador.

Pero ahora es otro tiempo y otro lugar. Ahora no es tiempo de quejas ni de llantos, me repito, aunque a veces siento el peso del universo bajo mis hombros, tan débiles y enclenques como siempre, y me pregunto con un atisbo de lucidez, si al menos no tendré ese alivio egoísta.

Ahora que el niño duerme en su cuna, ahora que tú te has dormido con la película de sábado por la tarde en la tele, ahora que brilla el sol en la calle y entra suavemente a través de las cortinas... ahora, en este instante, soy feliz. Porque hubo otros tiempos, pero ahora es ahora. Y me asusta tanto...

Nota: La primera frase de este escrito no es mía, pero me inspiró en lo anterior. El párrafo completo del que la he extraido es el siguiente:
Hubo un tiempo en el que mi alma se hundió profundamente
en mi carne, y aunque intento recobrarla para que me cure de tener un cuerpo, no
lo consigo.

Lo escribió Loles, en su blog Te lo cuento bajito, y la entrada Ubicándome y yo me he atrevido a copiarselo, espero que me perdone.

7 comentarios:

  1. No tengo nada que perdonarte, es más te agradezco profundamente que la hayas extendido de esta forma tan hermosa como precisa...
    Me he emocionado,( y no precisamente tener el sindrome pre-mestrual jajaja).Más bién es por ver escritas con tus letras mis propias sensaciones...

    Ea,,hoy paso de ponerme carmín, con la sonrisa que me has dibujado tengo suficiente.

    Un abrazo fuerte

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  2. Precioso Gipsy,
    Me ha recordado un escrito mio de hace un tiempo se titulaba al igual que el tuyo
    "Hubo un tiempo"

    Si te apetece leerlo está en un blog ya olvidado:

    http://www.kapg.net/wp/?p=62
    Un abrazo con un punto de tristeza

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  3. Es mejor parar en ese ahora Gipsy, que ese ahora puede durar mucho si uno quiere.
    Es un placer venir y leerte, como siempre.
    Un abrazo, Gipsy

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  4. Es manía de los humanos en los que me incluyo, disfrutar a media del ahora pensando siempre en el antes y en el después.
    Nos equivocamos.
    El ahora es lo que cuenta. Siempre.

    Un beso grande, el texto es precioso...

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  5. Gracias a tod@s por los comentarios:

    Loles, la verdad es que me daba un poco de miedo que te lo tomaras a mal, pero ahora me alegro muchísimo de haberte "copiado", si a ti también te ha traido alegría.

    Paco, he leído tu "Hubo un tiempo", y tienes razón que se parecen hasta en el título, aunque el tuyo hablaba de un amor que se acababa, y el mío por ahora está aguantando (a veces a duras penas).

    Jose, el placer es mío de que te pases por aquí.

    Moony, que me digas tú que el texto es precioso es todo un halago, porque precioso es lo que tú escribes a media luz.

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  6. Dicen que hay un tiempo para cada cosa... Lo mejor es disfrutar de los momentos buenos y afrontar los malos con optimismo. Todos nos enfrentamos a la gran variedad de acontecimientos de la vida.

    Besitos

    Lolita

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  7. todo a su tiempo, y el tiempo llega a nosostros en determinada fase de vida

    saludos

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